Prologo - DanMachi Vol 12

DEIDADES, SANGRE, FAMILIAS e HISTORIAS.

Una gota de sangre cayó, provocando ondas.

Hace mil largos años, esto se llamaba una ceremonia.

Un mortal recibiría la gota de una deidad, luego comenzaría su ascenso hacia el siguiente nivel. Algunos dijeron que este ritual era la clave para captar el futuro, proporcionando a las personas la fuerza necesaria para aplastar el mal y superar grandes desafíos.

Pero los dioses escucharon esa historia y se rieron, diciendo que no había necesidad de complicar las cosas.

La sangre era un estimulante, simplemente un disparador. Liberó el potencial que estaba cerrado dentro de los mortales, desbloqueando habilidades ilimitadas que incluso los dioses no podían prever. Estos mortales fueron los que se arrastraron por caminos interminables, superaron las olas de cresta, soportaron la lluvia torrencial y enfrentaron las tormentas de frente. Ellos fueron quienes sacaron sus remos a través del vasto mar mientras viajaban a lugares más allá del horizonte.

Una deidad se disculpó, diciendo que estaba mal empujar sus Testamentos sobre los niños.

Una deidad esquivó el problema, diciendo que todos los padres encontraban la felicidad al ver crecer a sus hijos.

Una deidad oró para que un héroe asuma la carga de la era señalada.

A lo largo de los siglos, muchas deidades se desangraron y, con sus propios diseños en mente, rociaron su sangre sobre el mundo.

Desde hace mucho tiempo y todavía hoy en día...

Después de que la gota cayera provocó ondas de luz, la piel del humano tembló como la superficie de un charco de agua cuando fue salpicada con icor. De repente, las letras negras bailaban a través de la carne. Los símbolos de avistamiento se veían exactamente como las palabras de un oráculo flotando dentro de una llama sagrada. Uno por uno, mientras un dedo delgado los trazaba, se convirtieron en parte de un sello tallado que se parecía a un epitafio.

Jeroglíficos.

Usando excelia, la crónica invisible de los niños, en lugar de tinta, la mano de la deidad indujo a Falna a sublimar en una nueva forma.

Como si ella estuviera escribiendo una nueva historia.

Como si ella estuviera pasando a la siguiente página.

Ella disfrutó esta sensación. Su corazón bailaba indescriptiblemente cuando los fragmentos de un cuento llenaban la página en blanco. Fue su privilegio especial ser el primero en leer la historia. Era un tesoro que nadie podía robarle. Este fue un momento especial, un momento de su conexión personal y única con el niño. Más que nada, eso era lo que ella quería.

Como una niña cuyos ojos brillaban mientras escuchaba un cuento de hadas, sonrió débilmente ante la órbita de la estrella de la historia.

Y luego se volvió a una página nueva.

Dibujados sobre su espalda, los verdaderos nombres de la deidad y los miembros de su familia brillaban sutilmente junto a su símbolo, una llama.

Finalmente, ella dejó de mover su mano y se apartó de su espalda.

Después de haber terminado de escribir la historia, la diosa habló con emoción, como si estuviera soltando un suspiro que había contenido durante mucho tiempo en su pecho. "Felicidades, Bell ... has subido de nivel".

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